
«La libertad significa
muy a menudo que a uno no lo necesitan en ninguna parte. Aquí tú eres una
persona individual, tienes unas raíces, te echarían de menos. Pero en las
ciudades hay miles de desarraigados como yo. Todos somos iguales; no tenemos
vínculos, no conocemos a nadie, no poseemos nada. Cuando uno de nosotros
muere, ni siquiera saben dónde enterrarlo. Nuestra casera y el dueño de la
charcutería son los únicos que lamentan nuestra muerte, y no dejamos nada más
que una levita y un violín,...