«POLONIO
¿Aún aquí, Laertes? ¡Por Dios, a
bordo, a bordo!
El viento ya ha hinchado tus
velas, y están
esperándote. Llévate mi bendición
y graba en tu memoria estos
principios:
no le prestes lengua al
pensamiento,
ni lo pongas por obra si es
impropio.
Sé sociable, pero no con todos.
Al amigo que te pruebe su amistad
sujétalo al alma con aros de
acero,
pero no embotes tu mano
agasajando
al primer conocido que te llegue.
Guárdate de riñas, pero, si
peleas,
haz que tu adversario se guarde
de ti.
A todos presta oídos; tu voz, a
pocos.
Escucha el juicio de todos, y
guárdate el tuyo.
Viste cuan fino permita tu bolsa,
mas no estrafalario; elegante, no
chillón,
pues el traje suele revelar al
hombre,
y los franceses de rango y
calidad
son de suma distinción a este
respecto.
Ni tomes ni des prestado, pues
dando
se suele perder préstamo y amigo,
y tomando se vicia la buena
economía.
Y, sobre todo, sé fiel a ti
mismo,
pues de ello se sigue, como el
día a la noche,
que no podrás ser falso con
nadie.
Adiós. Mi bendición madure esto
en ti.»
William Shakespeare
Hamlet
2 comentarios:
De todas las obras de Shakespeare, que he leído (casi todas) es Hamlet, la que me más me la hecho vibrar de emoción. Esa trama tan bien trazada y con unos giros tan inesperados, ha hecho de Hamlet, mi obra preferida.
Buena elección de fragmento. Da mucho que pensar.
Saludos.
Disculpa amig@, sabes de qué parte de hamlet es el fragmento?
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