10 de octubre de 2013

Leyendas urbanas en España

«¡Oh, Dios mío, es él! Algo así debió de exclamar nuestra joven quinceañera al ver salir a Ricky Martin entre las faldas de su armario y correr despavorido. Sucedió un 5 de febrero de 1999. Días después un oyente de la cadena SER llamaba al programa nocturno Hablar por hablar. Pedía que alguien confirmara un rumor que había escuchado en la facultad, según el cual, el programa Sorpresa, ¡sorpresa! había emitido unas imágenes sexualmente comprometidas de una menor, a la que se quería dar una sorpresa con su cantante preferido. El espacio en cuestión fue visto por tres millones de telespectadores, en su mayor parte dormidos, pues sólo unos cuantos se dignaron a coger el teléfono y comenzaron a relatar esta historia, más propia de un canal de pago. A José Calvo, presidente de la Asociación Pro Derechos del Niño (PRODEMI), le llamaron cuando acababa de almorzar y cuenta que exclamó: “¡Esperadme, que ahora voy!”. A las pocas horas remitía un escrito a la Fiscalía de Menores de Madrid en el que se leía lo siguiente:

“La menor, ajena a todo montaje y al parecer sola en su dormitorio y sabiéndose en la intimidad de su habitación, se despojó primero de su cazadora y a continuación de los pantalones y de su ropa interior y se embadurnó sus partes íntimas con foie gras, llamando a continuación a su perrito, que curiosamente se llama Ricky, que la lamió los genitales.”

También, curiosamente, se podría añadir, este aspirante a buen hombre se decidió por el siempre eficaz foie gras, entre los muchos condimentos que corrían de boca en boca por aquellas horas, esto es, Nocilla, mermelada de fresa, crema de cacahuetes, mantequilla y miel.»

Antonio Ortí y Josep Sampere
Leyendas urbanas en España

No hay comentarios:

Vistas de página en total

Con la tecnología de Blogger.
emerge © , All Rights Reserved. BLOG DESIGN BY Sadaf F K.