“DIONISIO – Yo estoy borracho… Yo no quiero
beber… Mi cabeza zumba… Todo da vueltas a mi alrededor… ¡Pero soy feliz! ¡Yo
nunca he sido tan feliz! Yo soy el caballo blanco del gran Circo Principal! (Se levanta y da unos pasos haciendo el
caballo.) Pero mañana… mañana. (De
pronto, fijándose en BUBY.) ¿Tú tienes algo interesante que hacer mañana…?
Yo, sí… ¡Yo voy a una fiesta! ¡A una gran fiesta con flores, con música, con
niñas vestidas de blanco…, con viejas vestidas de negro…! Con monaguillos…, con
muchos monaguillos… ¡Con un millón de monaguillos! (Debajo de la cama suena una voz de hombre, que canta “Marcial, tú eres
el más grande…” DIONISIO se agacha,
levanta la colcha y dice, mirando debajo de la cama.) ¡Caballero, haga el
favor de salir de ahí! (Y EL ALEGRE
EXPLORADOR sale, muy serio, con una
botella en la mano, y se va por la lateral izquierda.) Y luego, un tren… Y
un beso… Y una lágrima de felicidad… ¡Y un hogar! ¡Y un gato! ¡Y un niño…! Y
luego, otro gato… Y otro niño… ¡Y un niño…! Y otro niño… ¡Yo no quiero
emborracharme…! ¡Yo la quiero…! (Se para
frente al armario. Escucha. Lo abre y les dice a TRUDY y a EL ROMÁNTICO ENAMORADO,
que están dentro haciéndose el amor.) ¡Hagan el favor de salir de ahí! (Y la pareja de enamorados salen cogidos del
brazo y se van, muy amartelados, por la izquierda, deshojando una margarita.)
¡Yo necesito saber por qué hay tanta gente en mi habitación! ¡Yo quiero que me
digan por qué está este señor negro acostado en mi cama! ¡Yo no sé por qué ha
entrado el negro aquí ni por qué ha entrado la mujer barbuda…!”.
Miguel Mihura
Tres sombreros de copa
No hay comentarios:
Publicar un comentario