11 de mayo de 2014

Pippi Calzaslargas

«En los confines de una pequeña ciudad sueca había un viejo jardín abandonado. En el jardín había una vieja casa, y allí vivía Pippi Calzaslargas. Tenía nueve años y vivía completamente sola. No tenía padre ni madre, lo cual era una ventaja, pues así nadie la mandaba a la cama precisamente cuando más estaba divirtiéndose, ni la obligaba a tomar aceite de hígado de bacalao cuando le apetecían caramelos de menta.

Hubo un tiempo en que Pippi tenía un padre al que quería mucho. Naturalmente también había tenido una madre, pero de esto hacía tanto tiempo que ya no se acordaba.

La madre murió cuando Pippi era aún una niñita que se pasaba el día acostada en la cuna y lloraba de tal modo que nadie podía acercarse a ella. Pippi creía que su madre vivía ahora allá arriba en el cielo, y que miraba hacia abajo por un agujero para ver a su hija. Pippi solía saludar con la mano a su madre y decirle:

—No te preocupes por mí, que yo sé cuidarme solita.»

Astrid Lindgren
Pippi Calzaslargas

No hay comentarios:

Vistas de página en total

Con la tecnología de Blogger.
emerge © , All Rights Reserved. BLOG DESIGN BY Sadaf F K.