Con sólo verte una vez, te otorgué un nombre;
para ti levanté una bella historia humana:
una casa entre árboles y amor a medianoche,
un deseo y un libro; las rosas del placer y la desidia.
Imaginé tu cuerpo tan dulce en el estío,
bañado entre las viñas, un beso furtivo
y aquel espera, no te vayas aún, aún es temprano.
Te llegué a ver totalmente a mi lado;
el aire oreaba tu cabello, y fue sólo pasar
apenas un minuto y ya dejarte.
Todo un amor, jazmín de un sólo instante:
Mas es grato saber que nos tuvo un deseo
y que no hubo ni presente ni pasado.
Luis Antonio de Villena
El viaje a Bizancio
para ti levanté una bella historia humana:
una casa entre árboles y amor a medianoche,
un deseo y un libro; las rosas del placer y la desidia.
Imaginé tu cuerpo tan dulce en el estío,
bañado entre las viñas, un beso furtivo
y aquel espera, no te vayas aún, aún es temprano.
Te llegué a ver totalmente a mi lado;
el aire oreaba tu cabello, y fue sólo pasar
apenas un minuto y ya dejarte.
Todo un amor, jazmín de un sólo instante:
Mas es grato saber que nos tuvo un deseo
y que no hubo ni presente ni pasado.
Luis Antonio de Villena
El viaje a Bizancio
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