«—Pero te voy a decir una cosa —dice Santiago—. No me arrepiento de
haber entrado a San Marcos en vez de la Católica.
—Aquí tengo el recorte de La
Prensa —dijo Aída—. Lee, para que te den vómitos.
—Porque gracias a San Marcos no fui un alumno modelo, ni un hijo
modelo ni un abogado modelo, Ambrosio —dice Santiago.
—Que la sequía ha creado una situación explosiva en el Sur —dijo
Aída—, un excelente caldo de cultivo para los agitadores. Sigue, eso no es
nada, ya verás.
—Porque en el burdel estás más cerca de la realidad que en el
convento, Ambrosio —dice Santiago.
—Que alerten a las guarniciones, que vigilen a los campesinos
damnificados —dijo Aída—. Les preocupa la sequía porque podría haber un
levantamiento, no porque los indios se mueren de hambre. ¿Has visto algo igual?
—Porque gracias a San Marcos me jodí —dice Santiago—. Y en este país
el que no se jode, jode a los demás. No me arrepiento, Ambrosio.»
Mario Vargas Llosa
Conversación
en La Catedral
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