«Pensaba
que Louisa tenía de verdad mejor aspecto que antes. Quizás hubiera empezado a
darse colorete. Tenía la piel pálida, olivácea, y Jim Farrey creía recordar sus
mejillas sin color. Además, se vestía con más gracia, y se esforzaba más por
ser simpática. Antes era según le daba. También había empezado a beber whisky,
aunque nunca sin ahogarlo en agua. Antes sólo bebía un vaso de vino. Jim Frarey
pensó si sería un novio quien la habría hecho cambiar así; pero un novio podía
mejorar su aspecto sin necesidad de que sintiera más interés por todo, y estaba
casi seguro de que eso es lo que había ocurrido. Lo más probable es que se
debiera a que el tiempo pasaba y a que la guerra mermaba terriblemente las
perspectivas de encontrar marido. Eso podía servirle de estímulo a una mujer.
Además, era más lista y más guapa y tenía mejor conversación que la mayoría de
las casadas. ¿Qué ocurría con una mujer así? A veces, simple mala suerte. O mal
cálculo en el momento importante. ¿Un poco demasiado lista y segura de sí
misma, para aquella época, de manera que hacía sentirse incómodos a los
hombres?»
Alice
Munro
Secretos a voces
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