«Absorta completamente
en el estudio de dos o tres nuevos padecimientos de que se creía víctima, María
Saint-Clare ni aun había advertido la debilidad progresiva de la niña, pues
creía que nadie había sufrido nunca ni podría sufrir tanto como ella, por lo cual
rechazaba indignada cualquier alusión a otros padecimientos que no fueran los
suyos. En semejante caso estaba segura de que el único motivo de las
enfermedades de los demás era su pereza y falta de energía, añadiendo que si se
tuviera la más leve idea de su continuo padecer entonces se notaría la diferencia.»
Harriet Beecher Stowe
La cabaña del tío Tom
La cabaña del tío Tom
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