«Sin embargo, a la desgracia no
se la puede encerrar en un sótano. A través de las tuberías, se abre paso con
las aguas residuales, se comunica con los conductos de gas, llega a todos los
hogares y ninguno de los que pone su cacerolita de sopa sobre las azuladas llamas
sospecha que es la desgracia la que hace cocer su bazofia.»
Günter Grass
El tambor de hojalata
El tambor de hojalata
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