«—La cuestión es
—continuó éste— que la tierra sin edificar desaparece a tal ritmo que no tiene
sentido esperar a que los gobiernos se ocupen de la conservación. El problema
de los gobiernos es que los eligen mayorías a las que les importa un bledo la
biodiversidad. Los multimillonarios, en cambio, sí suelen preocuparse por eso.
Tienen un interés directo en evitar que el planeta se joda del todo, porque
ellos y sus herederos serán los únicos con dinero suficiente para disfrutar del
planeta. La razón por la que Vin Haven empezó a aplicar medidas
conservacionistas en sus ranchos de Texas es que le gusta cazar las aves más
grandes y contemplar las pequeñas. Un interés egoísta, desde luego, pero ahí si
tenemos todas las de ganar. A la hora de cerrar el hábitat para salvarlo del
desarrollo urbanístico, resulta mucho más fácil convertir a un puñado de
multimillonarios que educar al votante estadounidense, que está la mar de
contento con su televisión por cable, su Xbox y su banda ancha.»
Jonathan Franzen
Libertad
Libertad
No hay comentarios:
Publicar un comentario