«―Los hijos, señor, son pedazos de las entrañas de sus padres, y
así, se han de querer, o buenos o malos que sean, como se quieren las almas que
nos dan vida; a los padres toca el encaminarlos desde pequeños por los pasos de
la virtud, de la buena crianza y de las buenas y cristianas costumbres, para
que cuando grandes sean báculo de la vejez de sus padres y gloria de su
posteridad; y en lo de forzarles que estudien esta o aquella ciencia no lo
tengo por acertado, aunque el persuadirles no será dañoso; y cuando no se ha de
estudiar para pane lucrando, siendo
tan venturoso el estudiante, que le dio el cielo padres que se lo dejen, sería
yo de parecer que le dejen seguir aquella ciencia a que más le vieren
inclinado, y aunque la de la poesía es menos útil que deleitable, no es de
aquellas que suelen deshonrar a quien las posee.»
Miguel de Cervantes
Don Quijote de la Mancha
3 comentarios:
Que grande!
Que recurso humorístico es?
Siempre un torrente de vida este libro...
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