«—¡Se ha escapado un tigre!
En efecto, fuera de la jaula
estaba el animal de rayas amarillas, preparado para saltar. El público echó a
correr en todas direcciones. Todo el mundo huyó, excepto una niña que estaba en
un rincón, muy cerca del tigre.
—¡Estate quieta! —le gritaba la
gente, creyendo que el tigre no le haría nada si ella no se movía.
—¿Qué podemos hacer? —exclamaban
algunos, retorciéndose las manos.
—¡Llamamos a la policía! —sugirió
una voz.
—¡No, a los bomberos! —dijo otro.
—¡Llamad a Pippi Calzaslargas!
—exclamó Pippi.»
Astrid Lindgren
Pippi Calzaslargas
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