“Sólo le gustaba el resplandor de la luna. Su luz no tenía color y perfilaba débilmente el terreno, bañando la tierra con un tinte gris sucio y estrangulando la vida durante una noche. Este mundo como de plomo fundido en el que sólo se movía el viento, que a veces se cernía sobre los bosques grises como una sombra, y en el que sólo vivían las fragancias de la tierra desnuda, era el único mundo aceptable para él porque se parecía al mundo de su alma”.
Patrick Süskind
El perfume
30 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Vistas de página en total
Con la tecnología de Blogger.
No hay comentarios:
Publicar un comentario